El agua es esencial para la vida. Se bebe, cocina y se lava con ella, pero la calidad del agua que se ingiere puede tener un impacto significativo en la salud bucodental.
Al hablar de agua dura se habla de aquella que contiene altas concentraciones de minerales, especialmente calcio y magnesio. Aunque estos minerales son beneficiosos para la salud en general, el agua dura puede perjudicar. Pese a que en España hay zonas con una calidad de agua muy buena, algunas zonas de Castilla la Mancha o, sobre todo, las zonas de costa, se enfrentan a un tipo de agua más delicada.
¿Qué supone el contacto continuado con la boca?
Formación de Sarro: Uno de los problemas más comunes asociados con el agua dura es la formación de sarro entre dientes y encías. El exceso de calcio y magnesio en el agua puede contribuir a su acumulación. El sarro es una capa dura y amarillenta que no solo afecta la estética sino que también proporciona un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias.
Irritación de las encías: Puede llevar a la inflamación de las encías y, en casos más graves, a enfermedades periodontales.
Consejos para prevenir esto
Según explican desde Farmacia Espliego, es importante tener muy en cuenta los productos de higiene dental en Guadalajara y en zonas de agua dura. ¿Cómo?
En primer lugar, optando por dentífricos diseñados para combatir los efectos del agua dura ya que suelen contener ingredientes que ayudan a descomponer los minerales y prevenir la formación de sarro. Acompañar esta rutina con un enjuague específico antisarro puede también ayudar a mantener los dientes limpios y saludables.
Todo esto no tiene sentido sin seguir una higiene bucodental adecuada, con cepillados hasta tres veces al día, uso del hilo dental o incluso visitar al dentista de una forma un poco más periódica para ir controlando cómo están los dientes y encías.
En estas zonas, es habitual que en las viviendas o comunidades se instalen descalcificadores que mejoran el agua, pero no siempre es posible o no lo hacen al 100% en la mayoría de casos, por lo que un proyecto preventivo puede ayudar.
En cuanto a los cepillos de dientes, que hoy en día hay muchas opciones, se recomienda que sean de los eléctricos porque consiguen limpiezas más profundas e, incluso, en casos donde la dolencia se note más, hay una serie de irrigadores bucales que ayuda a que no se almacene en la zona interdental ni comida ni sedimento.