En los últimos años, la cirugía plástica ha dejado de ser una opción reservada para unos pocos y se ha convertido en una tendencia al alza en España. Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), en 2023 se realizaron más de 200.000 intervenciones de este tipo en el país. Esta cifra, considerablemente superior a la de años anteriores, demuestra que cada vez más personas ven en ella una solución viable para mejorar su aspecto físico y su autoestima. Procedimientos como la mamoplastia, la blefaroplastia y la liposucción, anteriormente asociados solo a celebridades y a las revistas de farándula, ahora forman parte de la vida cotidiana de muchos españoles.
Dentro de este auge, ha habido un notable incremento en la demanda de intervenciones más especializadas, como la cirugía Ortognática y Estética Facial. Este tipo de operaciones no solo busca corregir problemas funcionales, como malformaciones mandibulares o problemas de mordida, sino también mejorar la armonía facial. La combinación de objetivos funcionales y estéticos está ganando terreno, ya que cada vez más personas buscan procedimientos que no solo mejoren su salud, sino que también les ayuden a sentirse más a gusto con su imagen. Esta tendencia refleja cómo la percepción ha evolucionado, alejándose de los estigmas del pasado y adoptando un enfoque más integrador.
Factores detrás del aumento de la práctica en España
Uno de los principales factores que explican este crecimiento es la creciente preocupación por la apariencia física en la sociedad española. Las redes sociales han jugado un papel crucial en esta tendencia, ya que la constante exposición a imágenes idealizadas ha incrementado la presión sobre las personas para cumplir con ciertos estándares de belleza. Además, la visibilidad de los procedimientos estéticos a través de influencers, celebridades y personas comunes ha normalizado el acceso a estas intervenciones, haciendo que más personas se sientan cómodas con la idea de someterse a una.
Otro factor importante es la mejora en las técnicas quirúrgicas y en los tiempos de recuperación. Hoy en día, muchos procedimientos son menos invasivos que hace algunos años, lo que permite una recuperación más rápida y reduce los riesgos. Esto, sumado al aumento en la oferta de profesionales altamente cualificados y la accesibilidad a métodos de financiación, ha facilitado que un mayor número de personas la considere como una opción realista.
En este sentido, las clínicas especializadas en España han registrado un aumento en la solicitud de intervenciones no solo por parte de mujeres, sino también de hombres. Procedimientos como la ginecomastia (reducción de pecho en hombres), la rinoplastia y el rejuvenecimiento facial se han vuelto populares entre el público masculino, lo que evidencia que la preocupación por la imagen ya no es exclusiva de las mujeres.
Diversidad de procedimientos en auge
Aunque las intervenciones más solicitadas siguen siendo la mamoplastia, la liposucción y la blefaroplastia, otras operaciones han ganado popularidad en los últimos años. Por ejemplo, el aumento en la demanda de procedimientos de rejuvenecimiento facial, como el lifting o las inyecciones de ácido hialurónico, refleja una preocupación creciente por combatir los signos del envejecimiento. Por otro lado, la abdominoplastia y los tratamientos para eliminar la grasa localizada también son cada vez más solicitados por aquellos que buscan mejorar su silueta de manera efectiva.
No solo abarca procedimientos relacionados con la mejora de la imagen corporal, sino que también se extiende a correcciones funcionales que, al mismo tiempo, proporcionan beneficios estéticos. Este es el caso de la cirugía ortognática, mencionada anteriormente, que ayuda a corregir problemas de mordida y alineación mandibular, pero que también tiene un impacto positivo en la apariencia del rostro.
“Realizamos diferentes tratamientos quirúrgicos destinados a conseguir un rejuvenecimiento facial con la máxima naturalidad”, comentan en Ortognática y Estética.
Un futuro prometedor para el sector
Con el continuo avance de las técnicas y tecnologías en el sector, es probable que cada vez más personas opten por someterse a intervenciones de este tipo, no sólo por razones estéticas, sino también por salud y bienestar. Además, la normalización de estas prácticas, junto con la mayor transparencia de los profesionales en cuanto a los riesgos y beneficios, permitirá que más personas se sientan seguras al tomar la decisión de mejorar su aspecto físico.
Las clínicas especializadas han adoptado un enfoque más personalizado para cada paciente, lo que contribuye a una mayor satisfacción tras las intervenciones. Este factor, combinado con la creciente oferta de procedimientos mínimamente invasivos, asegura que el sector siga creciendo en los próximos años.
El aumento refleja una sociedad más abierta y consciente de la importancia de sentirse bien tanto por dentro como por fuera. Lejos de ser un tabú, se ha consolidado como una herramienta para mejorar la autoestima y la calidad de vida de quienes optan por ella, lo que augura un futuro positivo y en constante evolución para el sector.