Al igual que el teletrabajo, es posible asumir que la telemedicina ha llegado para quedarse.Es verdad quepoco a poco se ha vuelto a la cotidianidad o, al menos, a un nuevo entendimiento de esta. De este modo, la mayoría continúa trabajando desde casa y consultado a su médico a través de plataformas digitales. En este artículo profundizamos en los múltiples usos de la telemedicina y su futuro.
Antes de avanzar, hay que destacar que, aunque la telemedicina existe hace muchos años, la pandemia significó una implementación masiva y rápida de esta. Los prestadores de salud debieron acoplarse y utilizar plataformas digitales accesibles para sus pacientes y médicos, incluso muchos de ellos optaron por un posgrado de telemedicina.Teniendo esto en cuenta, esta modalidad de atención tiene beneficios además del cuidado durante una crisis de salud pública como lo es el COVID-19.
Otros países ya habían notado esto mucho antes; por ejemplo, en Malasia se estableció una ley de regulación de la telemedicina en 1997 y fue seguido al poco tiempo por Francia y Brasil. En un lugar como Brasil, donde las distancias son tan amplias, es una forma efectiva de mantener la relación médico-paciente y otorgar más opciones de atención. Además, a algunos pacientes frágiles o con discapacidades se les dificulta el transporte a las instituciones médicas y no siempre requieren de un examen físico.
La distancia no es el único obstáculo que la telemedicina ha logrado superar. Los profesionales de la salud en Estados Unidos han mencionado su eficacia a la hora de administrar cuidados y seguimientos posoperatorios. Tras una operación, dependiendo de la gravedad, hay riesgo de complicaciones por esfuerzo físico o infecciones por lo cual una consulta virtual es una gran opción.
Las personas con patologías de base también deben consultar a su médico de cabecera frecuentemente, por lo cual, la telemedicina permite la monitorización de estos sin necesitar asistir al centro médico si no ha habido cambios. Incluso, desde 2020, las citas virtuales sirven para renovar prescripciones.
Cabe aclarar que la telemedicina no solo se refiere a la atención por videollamada a los pacientes, sino que abarca un espectro amplio de servicios de medicina por medios virtuales. El más común en el pasado era la segunda opinión. Así, un especialista podía consultar a otro colega experto en otro país sobre tratamientos o diagnósticos. El poder hablar con médicos en otros países también beneficia a los pacientes puesto que les permite contactar especialistas específicos en el área que necesiten.
Sin embargo, la modernización de la atención médica requierede los conocimientos de los profesionales. Es necesario educar a la población sobre el uso de las tecnologías y contar con el apoyo de los gobiernos de los distintos países para regular e implementar las tecnologías necesarias para la telemedicina. Tal vez uno de los únicos lados positivos de la pandemia ha sido la presión para el rápido avance no solo en medicina sino en todas las infraestructuras que rodean este servicio.
