La COVID-19 llegó a España hace más de un año y, desde entonces, la vida de todas las personas ha cambiado sobremanera.
Al inevitable uso de mascarilla y gel hidroalcohólico se sumaba una de las medidas que más ha costado cumplir a buena parte de la población, el distanciamiento social, privando a padres y abuelos del tan necesario contacto físico con sus hijos y nietos, con sus hermanos, y también con aquellos que, pese a no estar ligados por lazos de sangre, han logrado hacerse un hueco dentro de la familia.
Los brotes, los rebrotes, las constantes olas que no paran de llegar, y la vacuna, el antídoto que pondrá fin a todos los males padecidos, o, al menos, a todos los que tengan que ver con el SARV-CoV-2.
Sin embargo, los expertos aseguran que los problemas causados por la pandemia van mucho más allá de haber padecido la enfermedad causada por el coronavirus.
Concretamente, la ansiedad, el estrés, la soledad, así como la incertidumbre vivida durante estos largos meses han motivado el incremento de problemas psicológicos que perdurarán tras la vacunación.
Por otro lado, el continuo y constante uso de geles hidroalcohólicos y mascarillas han motivado un aumento de problemas dermatológicos, entre los que predomina la piel seca y cuarteada en las manos y el incremento o empeoramiento del acné o la rosácea en la cara.
Pero, además, y tal y como comentan desde Clínica Dental López y Sandoval, “el uso obligatorio de mascarillas ha proporcionado durante todos estos meses un escudo perfecto para todos aquellos que huyen del dentista por uno u otro motivo”.
Y es que, el hecho de que ahora todo se exprese con los ojos ha motivado que buena parte de la población deje de prestar la debida atención a su boca, su dentadura y, por supuesto, su sonrisa.
Asimismo, “la pandemia ha causado problemas de ansiedad y estrés en muchas personas, unos problemas que pueden pasar factura a nuestra boca, pues lo habitual es que mientras se duerme se aprieten los dientes y las mandíbulas, de tal manera que incluso puedan llegar a astillarse los dientes. Evitar este tipo de problemas es sencillo, basta con llevar a cabo la revisión recomendada para detectarlos y ponerles fin”.
Por desgracia, esta pandemia deja secuelas incluso en aquellos que no han padecido la enfermedad.