¿Cuál ha sido el efecto de la pandemia y la cuarentena sobre la población? ¿Sobre las parejas y matrimonios? La mezcla de sentimientos que se genera sumado al distanciamiento social y la obligada convivencia pueden tener un resultado negativo. Esas pequeñas cosas que antes se “soportaban” y con las que se tenía paciencia, ahora parecen más importantes y la tirantez está a flor de piel. La rutina se ha convertido en casi parte de la vida de forma natural por el COVID-19.
Al final las cosas que se pueden hacer en casa son variadas pero finitas y tras muchos días encerrados la creatividad es difícil de conservar. Es por ello que muchas parejas y familias están viendo lo complicado que es mantener una buena relación entre todos. Tanto conviviendo juntos como separados en estos tiempos hay que realizar un esfuerzo extra para poder salir fortalecidos y/o inmunes.
Pues si sostenerlas es complejo, mejor no pensar en la vida sexual. El deseo y la atracción se están viendo altamente afectados. Por algo dicen que el sexo es de lo más importante en una pareja. Cuando la libido y la atracción disminuyen, las partes involucradas se preocupan y se empiezan a preguntar cuál es el problema.
Actualmente se trata de una emoción compleja y difícil de controlar que despierta en todo ser humano las ganas de intimar y acercarse a otra persona. Por eso es importante descubrir qué tipos de cosas influyen en este deseo por tener un encuentro sexual ya sea con la pareja o con una escort de Madrid. Así se podrá trabajar en él, descubrir cuáles son los propios deseos y aumentarlos y hacerlos realidad.
En primer lugar es la forma de vivir y entender la sexualidad. Todos los tabúes, prejuicios sociales, conocer el cuerpo de uno mismo y la forma de intimar con otros. Es muy importante a la hora de llevar a cabo cualquier encuentro erótico y ver de dónde y cuándo surgen las ganas de hacerlo.
También influye la edad y el género. Es algo que está en constante evolución y cambio. Muchos estudios y publicaciones tratan el tema sobre cómo es a los veinte años o a los cincuenta o sobre cómo es en hombres o en mujeres. Aunque no se cumple con la totalidad de la población.
En el caso de tener pareja, otra de las cosas que influyen más en el deseo sexual es el tipo y tiempo que se lleve juntos. Sobre todo cuando uno de los dos tiene más libido que el otro. Se pueden dar presiones sobre ambos, culpabilidad por sentir más o menos e incluso llegar a pensar y creerse poco deseado, disminuyendo así la autoestima.
Pero lo que más afecta al deseo con la pandemia, tanto separados por el distanciamiento social y la cuarentena o confinados y obligados a convivir veinticuatro horas son cuatro básicamente. El estrés, ansiedad y tristeza derivados de la situación son una de ellas. Otra son el número, forma y razones por las que se tengan relaciones durante la cuarentena. Convertirlo en rutina y hacerlo por aburrimiento o no tener nada mejor que hacer al final es peor. El aumento de la compra online de juguetes sexuales y el incremento de consumo de contenido erótico o videollamadas eróticas a alguna escort de Barcelona son prueba de que el sexo no se ha detenido. La última pero no menos importante es si se vive o no en la misma casa, que influye en las oportunidades y posibilidades de encuentros más íntimos.
Ahora parece que todo esto del COVID-19 que poco a poco se está controlando y hay esperanza de poder volver a la normalidad de siempre dentro de poco. Pero esto no quiere decir que por arte de magia el deseo y la atracción vuelva así, sin más. Hay que pasar un proceso y realizar algún que otro esfuerzo por recuperarlo y mantenerlo si es lo que se quiere. Así lograr salir reforzados de la relación tras la pandemia en vez de separados. Es curioso cómo el distanciamiento puede llegar a favorecer la unión. Pero, ¿cómo?
Por un lado es evitar pensar demasiado. Olvidarse de la situación y de cómo debería ser normal sentirse o pensar. Muchas veces el cerebro es el principal enemigo del erotismo e incluso de uno mismo. Es importante aprender a dejarse llevar un poco, centrarse tan solo en sentir placer. Así, se puede disfrutar de todos los beneficios del sexo, como puede ser un ejercicio físico que ayuda a liberar ansiedad y estrés.
Otra de las formas es sorprender a la otra persona. Con algún detalle romántico, variar en algo los encuentros sexuales que se tienen, centrarse en los preliminares para calentar el ambiente… Todo para acabar con la monotonía y provocar y tentar a la pareja para suscitar ese deseo. Además que hará del encuentro más divertido y aumentará el placer.
También es importante el autoerotismo. ¿Esto que quiere decir? Conocer y experimentar la sexualidad con uno mismo, masturbarse, descubrir las zonas erógenas o incluso nuevas fantasías que hacer realidad. Provocar el deseo en uno mismo para poder saber cómo hacerlo en otra persona. Además de esta forma se puede contar e indicar a actuales y futuras parejas sexuales para potenciar el placer.
Por último y quizá lo más importante es crear un espacio de confianza, comunicación y comprensión. Donde poder hablar de cómo se siente cada uno, ser sinceros y poder apoyarse y ayudarse el uno al otro.
Y es que tras todo lo que está pasando a nivel mundial se está poniendo a prueba la capacidad de sentir de las personas. El sexo es algo natural y cada uno tiene la vida sexual que desea. Hay quién lleva mejor que otros todo esto. Puede resultar difícil de entender cómo funciona o de dónde sale el deseo que desemboca en las relaciones sexuales pero aun así es importante intentar restarle importancia y dejarse llevar. Aprovechar para experimentar con uno mismo y otro y ver qué tipo de sensaciones se provocan. De esta manera poco a poco, olvidar el virus y centrarse en los propios sentimientos.
Fdo.: Deborah Salas
