Síndrome del Intestino Irritable (SII) Síntomas, Tratamientos

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¿Qué es el síndrome del intestino irritable?

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Una vez llamado "colon espástico", el síndrome del intestino irritable, generalmente conocido como IBS, es un trastorno común que afecta a todo el tracto digestivo. Los estudios estiman su prevalencia en los E.U. entre el diez y el 20 por ciento de la población; mundial, la prevalencia difiere de un país a otro. No confunda IBS con IBD (enfermedad inflamatoria intestinal), que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa .

IBS por norma general empieza a manifestarse tan pronto como los adolescentes y los años veinte. A pesar de que cambian de persona a persona y habitualmente cambian con el tiempo, los síntomas del SII pueden incluir cualquier combinación de estreñimiento, diarrea , gases, hinchazón, dolor abdominal o bien malestar, fatiga y cefaleas. Debido a que estos síntomas ocurren en muchos trastornos diferentes, otras causas posibles pueden tener que ser descartadas antes de que el SII pueda ser diagnosticado.

¿Cuáles son las causas del síndrome del intestino irritable?

No se conoce ninguna causa de SII, y generalmente se la considera un "trastorno funcional", lo que significa que interfiere con las actividades normales del cuerpo, influyendo en la sensibilidad de un sistema o bien estropeando la forma en que el cerebro controla y regula ese sistema. IBS se piensa que se derivan de un fallo en la regulación del sistema nervioso del funcionamiento normal del tracto digestible inferior. El tracto digestivo semeja ser altamente sensible a los estímulos aun menores, y las personas con IBS de manera frecuente experimentan molestias extremas de gas simple o bien contracciones musculares normales. Al tiempo que no hay nada mal con la estructura del intestino mismo, en ciertos pacientes puede haber un inconveniente con su movimiento del músculo. Las paredes intestinales están envueltas con capas de músculo que en general mueven el material digerido a través del tracto digestible cara el recto, mas en IBS, estas contracciones pueden ser más fuertes, y perdurar más tiempo, que es inmejorable, dando lugar a hinchazón, gases y diarrea. Al contrario, puede acontecer lo contrario: el paso del comestible se hace más lento y las heces se vuelven duras y secas. No todas y cada una de las personas con IBS van a tener estas contracciones anormales, y esta actividad anormal no siempre coincide con los cambios en los hábitos intestinales.

La inflamación en el nivel microscópico (en oposición a la inflamación más severa característica de la enfermedad inflamatoria intestinal) en el intestino inferior también puede desempeñar un papel. Si bien no causan IBS, ciertos alimentos, factores emocionales (ansiedad, agobio, temor y depresión) y otros irritantes pueden provocar y empeorar los síntomas.

El tratamiento es muy individualizado. Si un comestible particularmente semeja ser un disparador, se suprime de la dieta. De igual modo, si se identifican ciertas situaciones que ocasionan agobio y flare ups, se recomienda a los pacientes que los eviten. El enfoque farmacéutico habitual es prescribir medicamentos antiespasmódicos, que ralentizan la función del tracto gastrointestinal, mas estos fármacos no son muy eficientes y pueden ocasionar efectos secundarios significativos. Algunos médicos también tratan IBS con antidepresivos y tranquilizantes potencialmente hábitos.